En un innovador proyecto inspirado en Nueva York, la Ciudad de Mendoza buscará controlar la invasión de ratas, pericotes y cuises empleando lechuzas como depredadores naturales. Estos roedores han proliferado en áreas urbanas debido a la abundancia de basura en las acequias y canales.
El biólogo Agustín Zarco, investigador del Conicet, lidera el proyecto que se enfoca en la reproducción de lechuzas, las cuales son depredadores nocturnos altamente efectivos contra los roedores. Cada lechuza puede consumir hasta tres roedores por noche y más de mil al año.
Esta iniciativa, que se inicia la próxima semana, marca la primera vez que se implementa en una ciudad argentina para controlar la plaga de roedores utilizando lechuzas. Se utilizará la lechuza campanario o bodeguera, una especie adaptada a entornos urbanos.
Las lechuzas se instalarán en cajas nido estratégicamente ubicadas a una altura de 3 a 5 metros. Una vez que encuentran un nido, lo utilizan durante varios años. Esta estrategia se considera más efectiva y segura que la extracción de roedores mediante trampas o venenos, que pueden tener efectos negativos en otras especies urbanas y en los humanos.
El proyecto es una colaboración entre la Ciudad de Mendoza y científicos del Conicet, y se inspira en experiencias exitosas de control de plagas con lechuzas en países como Chile, Estados Unidos y el Reino Unido. El objetivo es demostrar que las lechuzas son aliadas en la protección del ambiente urbano y la prevención de epidemias.